Los ácidos grasos omega se encuentran dentro de los denominados como esenciales por la razón de que el propio cuerpo humano no lo produce. Esto hace que deban ser ingeridos a través de una alimentación adecuada. En Pequerecetas ya os hemos hablado del Omega-3 y la cantidad que necesitan los niños. Pero lo que a lo mejor no sabéis es que el consumo de omega 3 durante el embarazo puede tener efectos sobre la capacidad intelectual de los bebés…
¿Sabéis que para alcanzar la cantidad recomendada de omega 3 es suficiente con consumir un par de sandwich de atún y una porción de pescado graso, como el salmón, a la semana?… Eso sí, hay que tener cuidado con otros pescados grasos por el alto contenido en mercurio.
El ácido docosahexaenoico (DHA) es uno de los principales ácidos grasos omega 3 y se encuentra en pescados grasos, como el salmón, las sardinas y el atún. Debido a la función vital de la grasa en el desarrollo del cerebro, los expertos recomiendan que las mujeres embarazadas consuman 300 miligramos diarios de este nutriente
Los beneficios del omega 3 han sido muy difundidos. Para reforzar esta fama, se han dado a conocer los resultados de un estudio que asegura que los bebés de nueve meses cuyas madres habían ingerido barras fortificadas con DHA durante el embarazo, obtuvieron mejores calificaciones en un examen de capacidades de resolución de problemas que los bebés de mujeres que tomaron DHA.
Los hijos de estas mujeres fueron sometidos a pruebas estándares de solución de problemas y de memoria a los nueve meses. Los investigadores hallaron que, en general, los hijos de las mujeres que habían consumido DHA obtuvieron mejores resultados que los bebés del grupo de comparación. Salvo en la prueba de memoria, donde no hubo diferencias entre ambos grupos.
De acuerdo con Lammi-Keefe, de la Louisiana State University, “consumir DHA durante el embarazo beneficia el desarrollo neural infantil y la mayoría de las embarazadas pueden sacar provecho de una mayor cantidad de DHA en su alimentación”.
La especialista aseguró que las mujeres pueden superar ampliamente los 300 mg de consumo diario recomendado de DHA si comen un par de sándwiches de atún más una porción de pescado graso, como el salmón, por semana.
No obstante, las mujeres embarazadas y en período de lactancia deben evitar ciertos pescados grasos porque podrían tener altos niveles de mercurio, la lista incluye al tiburón, el pez espada, la caballa y el blanquillo.
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